Por Fabián Jopia
En el fútbol sudamericano, las decisiones de los jugadores a menudo despiertan controversias, especialmente cuando la época de fichajes está en plena ebullición. Este es el caso de Brayan Cortés, portero de Colo Colo y la selección chilena.
Recientemente, Cortés estuvo en el centro de un embrollo futbolístico cuando decidió rechazar la oferta de Estudiantes de La Plata y optar por continuar su carrera en Colo Colo. Esta elección ha generado una serie de críticas desde Argentina, donde se esperaba su incorporación al equipo de La Plata.
Estudiantes había hecho un esfuerzo significativo para adquirir a Cortés, ofreciendo alrededor de 1,5 millones de dólares, superando la cláusula de salida del jugador, valorada en unos 1,25 millones. Además, el club argentino prometió al guardameta un salario tentador, casi el doble de lo que percibía en Chile. No obstante, Cortés decidió quedarse en el club albo, priorizando otros objetivos personales y profesionales.
Esta decisión no ha sido bien recibida en Estudiantes de La Plata, donde se sienten defraudados por el cambio de rumbo del arquero chileno.
Eduardo Domínguez, entrenador del equipo argentino, expresó su malestar en términos claros: “Nos han dado la palabra y Brayan Cortés nos falló. Lo mínimo que pedimos o que buscamos del otro lado cuando suceden esas cosas es que tengan la personalidad para decir ‘me arrepiento o hago otra cosa’”, dijo el DT, que había puesto todas sus fichas en el guardameta nacional.
La situación ha planteado un dilema ético en el fútbol moderno, donde las negociaciones y los compromisos verbales son parte del juego, pero a menudo pueden cambiar de rumbo debido a múltiples factores, que finalmente solo quedan en el futbolista, el protagonista central.
05/03/2024
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