Por Fabián Jopia
Diego Alonso, con un historial reciente que incluye ser cesado de sus funciones tanto en la selección de Uruguay como en el Sevilla por resultados insatisfactorios, es uno de los nombres que sorprendentemente optó por rechazar la propuesta de la ANFP sin explorar la posibilidad de una negociación.
"No estuvo dentro de sus planes dirigir en el corto plazo", se comunicó, marcando una postura que hace meditar sobre el status que tiene actualmente la selección chilena en el campo internacional, especialmente considerando que, en tiempos anteriores, el banquillo nacional era codiciado por figuras de considerable prestigio.
La decisión de Alonso y otros entrenadores de desistir de ser considerados para el cargo sugiere una evaluación de riesgos y oportunidades que, a pesar de sus recientes desventuras profesionales, los lleva a declinar la oferta chilena.
La ANFP, liderada por Pablo Milad, enfrentó un desafío significativo al tratar de convencer a candidatos aptos para asumir la dirección técnica de la Roja. "Hablé con Ricardo (Gareca), buen técnico, tuvo buena disposición. Hemos hablado con otros también. Con (José Néstor) Pékerman también nos reunimos”, indicó Milad, antes de concretar la llegada del Tigre.
Además de Alonso y Pekerman, Pablo Milad recibión el “no” de Gabriel Milito, Guillermo Barros Schelotto y Gabriel Heinze, todos entrenadores con un pasado marcado más por las derrotas que por las victorias, sorprendiendo aún más por su negativa de tomar al equipo nacional.
05/03/2024
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